martes, 15 de julio de 2014

Cuento "Manchita"

MANCHITA
            
  Era una manchita juguetona.
Saltaba y tocaba a los chicos del jardín; se paseaba por sus caritas, sus delantales, y le gustaba quedarse mucho tiempo entre los tiernos deditos, porque parecían cunas cómodas y abrigadas.
¡No se detenía un solo momento!
Maritsé la puso en penitencia:
                 - Te quedarás muy quieta en el rincón de la hoja- le dijo.
Y allí, en el borde izquierdo, acurrucada, con vergüenza, se quedó como dormida.
Una manchita roja, de témpera.
¡Una linda manchita!
Cuando Maritsé sacó sus pinceles, los papeles y un vasito con agua, Manchita no aguantó mas: corrió y corrió; se deslizó por la mesa, se trepó a la pared y hasta quiso pasearse por la nariz de Julio.
¡Estaba in-so-por-ta-ble! 
Por fin llegó la hora de descanso. Todos cerraron sis maravillosas cajas con pinturas, limpiaron y peinaron los pinceles, acomodaron los trapitos y los vasos...
El salón quedó oscuro y silencioso.
Manchita permanecía quieta y, con un poquito de miedo, se asomaba desde una gran hoja color azul.
De repente... un suspiro... un ruidito... Escuchó atentamente... Otro ruidito, varios suspiros... un llanto.
-¿Quién será?  -se preguntó- ¿Habrá quedado por aquí alguien ?
Despacito, miró cada rincón, hasta que la vio: era la flor que, esa tarde, Chela había dejado sobre el escritorio, diciendo a la Señorita:
-Es la primera flor de mi granado...
Pero... ¿por qué estaría llorando?
Tenía agua, y por la ventana entraba suficiente aire. ¿Extrañaría a sus hermanas? 
-Preguntaré- se dijo Manchita- ¡Hola, flor!
-Shuf-shuf...¿Quién me habla?
-Soy yo, Manchita... ¿Por qué lloras?
-Shuf-shuf...por... que... ¡ay,ay,ay!
-No seas tan llorona, y contéstame...
-Es...que...shuf... ¡perdí mi color!
-¿Cómo sucedió?
-Con el último rayito de luz, se fue mi brillante vestido, y quedé pálida... shuf...y fea...shuf-
shuf...
-¡Esto si que es grave!
-Pesó y pensó Manchita. ¿Cómo podría ayudarla?
-¡Ah! Se me ocurre una idea...
Y se deslizó por los pétalos, acomodándose desde en el fondo de la campanita de granado... desparramándose desde el centro hasta los bordes estrellados, cini ki gacía Maritsé con su pincel.
En este jardín de infantes  nunca hubo una flor tan linda, y manchita se convirtió, por fin, en una manchita juiciosa...     




Licenciada Lidia Formiga de Tosco.



Aqui le dejamos material para trabajar este cuento en la sala.

Las imagenes representan cada parte del cuento, los niños deberan ordenarlas de acuerdo a cada situacion correspondiente desde el principio hasta el final del mismo.








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